En cuanto a la necesidad de dar un vuelco al modelo educativo, encontramos cierto acuerdo en las motivaciones y la urgencia del cambio, pero discrepancia en cuanto a las vías para alcanzarlo.
¿Cómo conseguir impulsar la (r)evolución definitiva?
Quizá debería la pregunta debería plantearse de otro modo para concretar el debate. Así, en vez de indagar en «cómo impulsar la (r)evolución» podría plantearse en primer lugar «quién debe impulsarla», ya que como en todo gran proceso de disrupción, la persona cobra protagonismo y se sitúa en el centro de la innovación. En este caso, para una nueva educación, sin duda, el docente es el motor.
Aunque son múltiples las capacidades que se demanda a los docentes, podríamos identificar diez competencias clave, que sin ser las únicas, son imprescindibles para concretar este nuevo modelo:
- Multigestor:un sistema educativo que emplea el talento como su mayor baza, exige a los docentes formar desde la diversidad, lo que implica manejar infinidad de variables. Respetar la relación que cada alumno establece con el conocimiento y la cambiante realidad, exige un esfuerzo de gestión adicional clave para la personalización de los distintos ritmos de aprendizaje.
- Cercano:solo siendo totalmente accesible y favoreciendo el contacto directo con el alumno, el docente podrá descubrir el talento particular que cada uno ha de potenciar.
- Facilitador:el profesional de la educación ya no está llamado a entregar conocimiento, sino a construirlo. Actualmente, su papel ha de propiciar la generación de un entorno propicio que motive a sus alumnos a descubrir y facilitarles las herramientas precisas para alcanzar un correcto aprendizaje.
- Líder social:las redes se encuentran en la base de la educación fundada en el talento. Se confía en la capacidad de los otros para sumar al aprendizaje, y en este sentido, el docente se convierte en el punto de unión imprescindible de la sociedad: familias, alumnos, amigos, etc.
- Líder innovador:ha de ofrecer un perfil inquieto, sin miedo al cambio, capaz de gestionar la incertidumbre y altamente inspirador y motivador.
- Líder creativo:un nuevo modelo educativo exige no hacer las cosas como siempre, proponer nuevas dinámicas pedagógicas y maximizar los recursos disponibles.
- TIC Friendly:vivir las nuevas tecnologías con naturalidad. Incorporarlas al aula no como un instrumento pedagógico puntual, sino como una realidad, siendo plenamente consciente de sus numerosas ventajas y de los posibles riesgos que pueden entrañar.
- En constante formación:reciclar conocimientos y competencias para estar en contacto real con los avances de la sociedad. El docente ha de asumir el papel de investigador activo hacia lo que le rodea para aplicarlo en el aula.
- Exigente y excelente:el secreto a voces de cualquier modelo de éxito es mantener rigor en el trabajo y voluntad de mejora continua.
- Ilusionado e ilusionador: la firme creencia que es posible impulsar un sistema mejor hará que comiencen a generalizarse el cambio.